¿Estás al tanto de que la educación actual sigue basada en principios y métodos obsoletos del siglo pasado?
Si bien los medios convencionales se mantienen efectivos, existen muchas herramientas y recursos que no son aprovechados completamente.
La gran mayoría de las instituciones educativas continúan enseñando los mismos contenidos de décadas atrás, sin adaptarse a los desafíos del siglo XXI. En lugar de fomentar el desarrollo de habilidades humanas únicas, los estudiantes se preparan para tareas que pueden ser realizadas de manera más eficiente por máquinas e inteligencia artificial (IA).
Sin embargo, no se trata de un desinterés por parte de los profesores ni de los gobiernos, ya que están haciendo lo posible con los recursos disponibles para cumplir con su tarea educativa. En medio de esta gran revolución educativa, a veces pasamos por alto las oportunidades valiosas que no se están aprovechando plenamente.
La tecnología avanza a un nivel apabullante mucho más veloz de lo que se evoluciona culturalmente, por lo que constantemente cambian los modos de relacionarse entre las personas y el mundo digital que los rodea.
Estas inquietudes con frecuencia suelen preocupar a los jóvenes ante la incertidumbre de no estar preparados para el futuro. Es por ello que la nueva publicación de la revista INSIGHTS de Nord Anglia Education recopila la opinión de diversos expertos para darle un vistazo crítico a este panorama y brindar calma e información.
¿A qué tipo de cambios se enfrentan los jóvenes?
La primera revolución educativa fue cuando nuestros antepasados aprendieron a imitar lo que veían y oían. La segunda fue cuando se inventaron las escuelas hace miles de años. La tercera fue cuando se inventó la imprenta y se expandieron las universidades hace unos siglos. En la actualidad, las máquinas pueden procesar en cuestión de segundos lo que llevó siglos aprender y este reto podría significar una nueva revolución.
El MET liderando la cuarta revolución educativa con innovación y vanguardia
A medida que nos acercamos al final de la tercera revolución educativa, que pronto quedará obsoleta, la tecnología ha avanzado enormemente, mientras que la educación sigue prácticamente inalterada. Los estudiantes continúan escuchando a los profesores y leyendo libros, solo para ser evaluados en un currículo fijo. Las escuelas siguen siendo lugares donde se asiste durante unas horas al día, unos meses al año, y los profesores siguen capacitándose de la misma manera que hace cuarenta años.
La inteligencia artificial ya está presente en nuestro entorno, aprendiendo y adaptándose por sí misma, sin necesidad de intervención humana en su programación. Aunque algunos consideran que la IA es torpe y tiene limitaciones, esta situación no perdurará por mucho tiempo. A pesar de los avances que ha logrado hasta ahora, aún depende de la supervisión y moderación humana.
No obstante, como se detalla en el artículo publicado en la revista INSIGHTS, la IA ayudará a mejorar la educación solucionando problemas que llevan años sin resolverse, y hay que encontrar el camino para convertirlo en una ventaja.
Nord Anglia Education y su compromiso con la tecnología y las nuevas generaciones de jóvenes
Gracias a la inteligencia artificial (IA), todos los estudiantes podrán acceder a una educación personalizada y de calidad, con una evaluación constante y equitativa. Cada estudiante tendrá la libertad de progresar a su propio ritmo, sin estar limitado por el ritmo de sus compañeros de clase.
Otro problema es el estrés y la carga de trabajo de los profesores, que tienen que realizar tareas que la tecnología nunca les facilitó. Con la IA, los profesores podrán delegar muchas actividades, como preparar lecciones, corregir y calificar. Así podrán dedicarse a lo más importante: guiar y motivar a los estudiantes.
Esto será más fácil de lograr en las asignaturas STEM (acrónimo de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) que en las humanidades, pero la IA, con la realidad virtual y aumentada, ofrece oportunidades extraordinarias para un disfrute y una comprensión más profunda de las humanidades.
Una de las razones radica en que los jóvenes experimentan una sensación de valoración y validación por parte del sistema educativo basada únicamente en su éxito en los exámenes. A nivel global, las escuelas tienden a enfocarse en descubrir las limitaciones de los jóvenes en lugar de reconocer y potenciar sus habilidades y virtudes. Esta falta de reconocimiento puede tener un impacto significativo en la autoestima de los jóvenes vulnerables, agravando aún más su situación.
La comunidad del MET en Panamá vislumbra un futuro lleno de promesas
Pronto, la IA personalizará la enseñanza y la tutoría, ayudando a los niños a sentirse bien con su aprendizaje y, simultáneamente, les brindará tiempo a los profesores para que se dediquen al cuidado de sus alumnos. El asistente virtual se adaptará a sus particularidades, y potenciará sus mejores facultades adaptando el sistema de aprendizaje a la medida de cada estudiante para sacar lo mejor de sí mismo.
Sin lugar a dudas la IA ayudará a desarrollar todo tipo de inteligencia, incluida la creatividad, las relaciones interpersonales, el autoconocimiento, el carácter y las capacidades de liderazgo. Siempre que se logren capitalizar sus avances en la educación.